Los primeros días con tu perro adoptado

22 Sep, 2015

Los primeros días con tu perro adoptado

Los perros de refugio suelen haber sufrido el abandono, el maltrato o el vagabundeo. Llegan a las protectoras en mal estado tanto de salud como mental debido a las experiencias que han vivido en la calle. Suelen tardar de una a dos semanas en adaptarse a su nuevo entorno en el refugio. Además, la cantidad de estímulos novedosos que reciben durante este tiempo es muy amplia, y abarca desde personas desconocidas (trabajadores, voluntarios, etc.), hasta nuevos olores y sonidos, compañeros de chenil… Por eso estos días son críticos para una buena adaptación.

Antes de adoptar un animal de refugio es muy importante considerar una serie de aspectos del periodo de adaptación a su nuevo entorno. Muchos de los perros que llegan a los refugios han sido abandonados por sus antiguos propietarios por manifestar problemas de conducta como agresividad a las personas o a otros animales, eliminación inadecuada o vocalizaciones. Además, en el caso de los perros adultos, muchos no han tenido la oportunidad de aprender dónde deben hacer sus necesidades. Por eso debemos estar seguros de que vamos a poder reeducar al animal por nuestra propia cuenta o de que disponemos de la economía suficiente como para solucionar estos problemas con la ayuda de un profesional.

LOS PRIMEROS DÍAS CON TU CACHORRO

Los cachorros, pese a ser tan jóvenes, también sufren el abandono y el maltrato. Pero suelen adaptarse más fácilmente puesto que están en periodo de socialización. Adoptar un cachorro en un refugio o protectora, para quien no le importe la raza y siempre que esté sano, es casi lo mismo que adquirirlo de otra manera.

Teniendo en cuenta que sale de un refugio, donde seguramente tenga contacto con otros perros, es muy probable que se convierta en un animal muy sociable.

Pero seguramente lo que más le preocupe al nuevo adoptante, sea el tema de los pises y las cacas, así como los muebles y demás objetos que el nuevo inquilino pueda destrozar.

Deberemos acondicionar una zona de la casa con periódicos donde enseñaremos al cachorro a hacer sus necesidades. Al principio, el cachorro utilizará la zona de la casa que él considere, por eso debemos poco a poco y siempre con refuerzo positivo enseñarle a usar los periódicos. Cada vez que lo veamos hacer sus necesidades en una zona que no deba le diremos con voz calmada “no”, le cogeremos y le llevaremos al sitio acondicionado y mientras le dejamos en el suelo le acariciamos y le decimos “muy bien”. Es muy importante reforzarle cada vez que él use esta zona por su cuenta. Cuando finalmente el cachorro ya tenga toda su cartilla sanitaria en regla y pueda, por tanto, salir a la calle y dar paseos normales, utilizaremos este mismo refuerzo cada vez que haga sus necesidades fuera de casa. Conforme el cachorro vaya creciendo y controlando sus esfínteres aguantará más tiempo sin orinar y defecar, así que iremos quitándole poco a poco hojas de periódico hasta que finalmente no quede ninguna. Y ya por fin nuestro cachorro habrá aprendido a hacer sus necesidades en la calle. La edad normal de este aprendizaje va desde los cuatro hasta los seis meses. Pero si tu cachorro tarda más, no te preocupes, viene de un refugio y seguramente haya adquirido costumbres indeseadas para las cuales es necesario insistir más.

Tampoco queremos que nos muerda el mando de la televisión, o las esquinas de los sofás y los muebles. Por eso, antes de llevarlo por fin a su nuevo hogar, debemos aprovisionar la casa de numerosos juguetes atractivos para el cachorro. Existe una gran variedad de productos en el mercado. Según vayamos conociendo al cachorro iremos descubriendo cuáles son los juguetes que más le llaman la atención.

Aprovechando que hemos cogido un cachorro, podemos adquirir costumbres que nos ayudarán a prevenir problemas de comportamiento en el futuro. Si el animal en su vida diaria se va a quedar solo en la casa durante un periodo de tiempo determinado (por ejemplo, cuando sus dueños se van a trabajar) podemos educarle desde pequeñito creando una “zona segura” en la casa (podría ser la cocina, el baño o una jaula grande). Le enseñaremos poco a poco y mediante golosinas a entrar en la zona segura y a quedarse solo alargando gradualmente el tiempo según él lo vaya tolerando.

LOS PRIMEROS DÍAS CON TU PERRO ADULTO

Los perros adultos también necesitan un periodo de adaptación a su nuevo hogar, aunque por lo general se adaptan más rápido. Nos podemos encontrar con perros que se aguantan sus necesidades desde el primer día o perros que no han tenido la oportunidad de aprender dónde deben hacerlo. Para estos perros se recomienda establecer una rutina diaria que el perro tardará muy poco en aprender. Así finalmente será él mismo quien se aguante sus necesidades hasta poder hacerlo en la calle. No obstante, si aun así el problema persiste, el protocolo es el mismo que para los cachorros.

En casi todas las protectoras o refugios los adultos se dan castrados. Pero aun así muchos perros, y sobretodo machos, pueden manifestar determinados tipos de agresividad, el más usual, hacia otros perros. En estos casos se recomienda pasearlo con bozal, previamente positivizado, y exponerlo en diferentes contextos a varias experiencias agradables con otros perros tolerantes y sociables. El resultado tarda en llegar, pero siendo constantes y sin perder la paciencia estos perros también pueden convertirse en animales muy sociables.

Tanto en el caso de haber adoptado un cachorro como si es un perro adulto se recomienda seguir una rutina diaria desde el primer día. Es decir, no es necesario adoptar al animal justo cuando estamos de vacaciones, o en algún puente, o cogerse días libres. Generalmente es mejor que el nuevo compañero en este periodo tan crítico de adaptación viva desde el primer momento tal y como va a ser normalmente su día a día.

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